El último golpe fue para Mauro “N”, alias “El Jando”, identificado como piloto aviador y operador clave de “Los Menores”
Desde el 9 de septiembre de 2024, el Cártel de Sinaloa ha estado sumido en una de sus mayores crisis internas tras la captura de Ismael “El Mayo” Zambada.

La disputa entre la facción de Los Chapitos, liderada por los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, y el grupo conocido como La Mayiza, compuesto por operadores leales a El Mayo, ha desencadenado una ola de violencia en Sinaloa, Sonora y Durango, principalmente, con enfrentamientos constantes, ataques con explosivos y un alto número de homicidios.
En respuesta, el gobierno mexicano ha intensificado su ofensiva contra Los Chapitos, implementando operativos coordinados entre la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Guardia Nacional, la Marina (Semar) y la Fiscalía General de la República (FGR).

Como resultado, han sido detenidos casi 50 objetivos prioritarios, entre ellos operadores financieros, jefes de seguridad y coordinadores de células sicarias. Además, las autoridades han asegurado más de 600 armas de alto poder, 400 vehículos y grandes cantidades de droga, según las cifras dadas por el titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC),Omar García Harfuch, en el mes de enero.

Las autoridades mantienen el despliegue de fuerzas en las zonas de conflicto, priorizando la búsqueda de líderes que siguen prófugos y reforzando operativos en puntos estratégicos.

Sin embargo, la guerra interna del Cártel de Sinaloa sigue escalando, con nuevos enfrentamientos entre Los Chapitos y La Mayiza, lo que mantiene la inestabilidad en la región y evidencia que la disputa por el control del cártel está lejos de resolverse.

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