Delia, la diputada que transforma Durango con voz firme y causa justa. Joven, valiente y con resultados reales, la diputada Delia ha hecho del Congreso un espacio para la justicia, los derechos humanos y las voces ignoradas por décadas.

Durango, julio de 2025 — En una entidad tradicionalmente marcada por el conservadurismo político, la diputada Delia ha emergido como una de las voces más firmes, jóvenes y progresistas del Congreso de Durango. Su trabajo ha sido mucho más que simbólico: ha sido un verdadero acto de servicio a las causas sociales más urgentes y a las voces más olvidadas.

Delia ha demostrado que se puede llegar joven al poder y ejercerlo con profundidad, con estrategia y, sobre todo, con humanidad. A diferencia de quienes han permanecido por años en la política sin resultados reales, ella ha puesto sobre la mesa leyes de impacto que atienden a las personas, no a los intereses.

Desde su papel como vocal de la Comisión de Justicia, ha sido clave en la discusión de la Ley de Desaparición de Personas, en armonía con la legislación federal, así como en la propuesta de la Ley de Declaración Especial de Ausencia, ambas con un enfoque profundamente humanitario y con perspectiva de derechos humanos.

Además, Delia ha impulsado espacios de reflexión y acción afirmativa como el Conversatorio “Avances Nacionales, Diputadxs y Acciones Afirmativas LGBTTTIQ+ en la 4T”, desde donde ha alzado la voz para visibilizar no solo los derechos de la diversidad sexual, sino las historias de vida que, como la suya, han resistido violencias estructurales y han salido adelante con valentía.

Su trabajo legislativo también ha sido acompañado de una narrativa firme contra los discursos de odio, contra la impunidad y contra los privilegios. Delia ha dejado claro que su lugar en el Congreso no es para simular ni para callar, sino para representar con fuerza a quienes por años no han tenido voz.

Durango la reconoce, no como una promesa, sino como una realidad: una mujer capaz, comprometida, entrona y de convicciones firmes. Cada iniciativa suya responde a una demanda social legítima. Cada intervención, cada ley propuesta, ha sido resultado de un diálogo con la gente, no con las cúpulas.

Delia ha hecho de su diputación un espacio de dignidad para el pueblo. Es, sin duda, una de las pocas representantes que puede mirar de frente a su gente y decirles con la frente en alto: “No les he fallado”.

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