Una joven sobreviviente de violencia relata las agresiones que sufrió de parte de su expareja narcotraficante. “Quiso quitarme la vida en varias ocasiones”.
Lilian tenía 19 años cuando conoció a quien se convertiría en su esposo, padre de sus hijos y en su infierno en vida por la violencia física y psicológica que sufrió a través de golpes, amenazas, torturas y varios intentos de feminicidio.
La joven, hoy de 25 años, contó los maltratos a los que fue sometida por su entonces pareja y los crímenes de los que fue testigo mientras estuvo privada de su libertad, en entrevista para el podcast Pepe&Chema.
“Esta persona era un psicópata… me quiso mutilar en varias ocasiones partes de mi cuerpo, me torturó, me violentó de muchas maneras y quiso quitarme la vida en varias ocasiones, mientras me tenía encerrada en una casa donde se cometían otros delitos”, relató en un inicio.
Drogas, torturas y un secuestro: Así descubrió que su pareja era ‘narco’
La historia de Lilian comienza en Guadalajara, Jalisco, de donde es originaria. Ahí conoció a su agresor, quien en un principio le aseguró que trabajaba en un deshuesadero de autos; sin embargo, con el paso del tiempo descubrió que su pareja en realidad se dedicaba al narcotráfico.
Lilian relata que poco después de conocerlo, comenzaron una relación sentimental. Él le insistía en que se haría cargo de ella y sus gastos, hasta que finalmente se fueron a vivir juntos. Desde ese momento comenzó a tener dudas sobre las actividades delictivas de su pareja.
A partir de que intentó cuestionarlo sobre las llamadas extrañas que recibía y las personas que llegaban a su casa a comprar drogas, las agresiones contra Lilian empezaron. “Me tomó de la cabeza y dijo que yo tenía que preguntar nada”.
Relata que en una ocasión fue testigo del secuestro y la tortura de cinco jóvenes, mientras ella se encontraba encerrada en una habitación contigua, en una casa próxima a la suya.
“Yo comienzo a oír gritos, llantos. La música la subieron de volumen… recuerdo que al asomarme por el agujero de la puerta veo a uno de estos muchachos, como alrededor de los 18 años, tirado en el piso, llorando, y él le estaba (perforando) la cabeza con un taladro”.
Lilian admite que hasta ese día no era consciente de lo que su entonces pareja era capaz de hacer. Recuerda que aquella mañana también la amenazó por primera vez si no guardaba silencio: “Yo no quiero hacerte daño, pero si sigues gritando, me vas a obligar”, le dijo.