
Tamaulipas. Durante la gira nacional “A Ras de Tierra”, el presidente del Senado de la República, Gerardo Fernández Noroña, reconoció de manera contundente al senador José Ramón Gómez Leal como una de las figuras políticas más genuinas, comprometidas y cercanas al pueblo dentro del movimiento de la Cuarta Transformación.
En una serie de encuentros con ciudadanas y ciudadanos en distintos municipios de Tamaulipas, ambos legisladores recorrieron calles, comunidades y foros populares, escuchando las preocupaciones de la gente y reforzando el mensaje sobre la necesidad de construir un Poder Judicial verdaderamente al servicio del pueblo.
Durante uno de los eventos más significativos en Reynosa, Noroña dirigió unas palabras muy sentidas sobre su experiencia al lado de Gómez Leal:
“Nuestro movimiento pone en el centro la dignidad. Y si alguien personifica esa palabra es José Ramón. Lo he visto hablar con humildad, escuchar con atención, caminar con convicción. Él representa la esencia de la transformación: un liderazgo que no se impone, sino que acompaña.”
Fernández Noroña destacó que, más allá de lo político, lo conmovió la calidad humana de Gómez Leal tras ser invitado a su hogar:
“Me abrió las puertas de su casa con generosidad, compartimos una comida con su familia. Pude ver que esa forma de ser, tan amable y cercana, viene de un entorno cálido. Tiene una familia extraordinaria: generosa, inteligente, atenta. Fue una convivencia linda, profunda, que me recordó por qué hacemos política. Porque creemos en la gente.”
Después de esa reunión familiar, ambos se dirigieron al evento en Reynosa donde compartieron el templete y los aplausos de la ciudadanía.
Por su parte, Gómez Leal expresó en redes sociales su agradecimiento con un mensaje cargado de significado:
“Qué honor caminar Tamaulipas a tu lado, compañero y amigo @fernandeznorona. Tamaulipas es tu casa, y estamos comprometidos con la transformación, reconociendo la importancia de cada integrante de nuestro movimiento. #JREsMorena #ARasDeTierra”
La gira “A Ras de Tierra” se consolidó así como un símbolo de unidad, congruencia y cercanía con el pueblo, en una etapa decisiva para el país. Tamaulipas fue testigo de que la transformación se vive con el corazón en el pueblo y los pies firmes en el territorio.