El nominado de Trump para ser secretario de Estado fue ampliamente recibido en el Senado, tanto por republicanos como demócratas, para su comparecencia de designación.
Marco Rubio, elegido por el presidente electo Donald Trump como jefe de la diplomacia estadounidense, abogó este miércoles por trabajar “en cooperación con México” contra los cárteles que, según él, tienen el “control operativo sobre enormes extensiones de las regiones fronterizas”.
Sobre la posibilidad de usar de la fuerza en contra de los cárteles de la droga, Rubio dijo que es una opción que tiene Trump, pero que “obviamente no es una decisión que le competa al Departamento de Estado”.
En su comparecencia para su designación, prometió una política exterior sólida centrada en los intereses estadunidenses. Se espera que Rubio, de 53 años, un halcón chino y firme partidario de Israel, obtenga cómodamente la confirmación del pleno del Senado.
Una muy segura nominación para Rubio
Los demócratas lo respaldaron tan pronto como Trump anunció su nominación para convertirse en el principal diplomático estadunidense, un marcado contraste con algunos candidatos más controvertidos que generaron escepticismo incluso en el propio partido de Trump.
Algunos otros nominados de Trump se han enfrentado a fuertes críticos, Incluso algunos republicanos dijeron que querían más información sobre el ex presentador de Fox News, Pete Hegseth, elegido para secretario de Defensa, y la exrepresentante Tulsi Gabbard, la elección de Trump para directora de inteligencia nacional.
Rubio abordó importantes temas de política exterior en una audiencia amistosa ante un comité en el que ha trabajado durante 14 años. Tuvo palabras duras para China y dijo que el fin de la guerra en Ucrania era esencial y que ambas partes hicieran concesiones. En su discurso de apertura ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, donde ha trabajado durante 14 años, Rubio dijo que ve un mundo sumido en el caos donde no será fácil restablecer el orden.